@morguefile |
En un ámbito profesional mucho más competitivo, donde se exige al trabajador más desenvoltura en las diferentes áreas de la empresa, es imprescindible adaptarse a los cambios, para tener la oportunidad de conservar el puesto de trabajo o de postularse a uno nuevo. Al mismo tiempo que las empresas luchan porque las leyes se flexibilicen y se abarate el coste estructural, la competitividad personal crece, las ofertas integran dentro de sus requerimientos la capacidad para trabajar en equipo, la experiencia y la flexibilidad para asimilar nuevos conceptos, así como la especialización múltiple.
Enlaces relacionados - Primer paso hacia el éxito - Cómo aprovechar mejor el conocimiento - El talento no nace en los árboles - Imitar a otros emprendedores - La habilidad para gestionar el éxito |
¿Quiere decir esto que se acabaron los conocimientos
específicos? No. Simplemente se ha agregado otro factor, que es la disposición
a conciliar ese conocimiento específico con los nuevos valores, mucho más
globales. Existe la necesidad de complementar los elementos vigentes con los
inmediatamente futuros.
Para lograr este cambio en los hábitos profesionales, es necesario comprender la importancia de:
Para lograr este cambio en los hábitos profesionales, es necesario comprender la importancia de:
a. La habilidad para
transformar las rutinas de la empresa en tres fases:
1. Aprovechar los recursos del
pasado,
2. Para lograr la transición
en el momento actual,
3. Hacia las tecnologías del
futuro, sin interferir en el desarrollo productivo, en las propuestas ni en los
hábitos de consumo del cliente
b. La preparación en áreas
diferentes a donde se desempeñan las funciones actuales, consiguiendo aumentar
las posibilidades, ya sea en el manejo del lenguaje, la economía básica, o de atención
al público.
c. El manejo de herramientas
sencillas para solucionar los problemas, sin trastocar ni desgastar la marcha
de la empresa, aplicando los recursos disponibles y obteniendo el máximo rendimiento,
lo cual conlleva el abaratamiento de los costes.
d. La capacidad para adaptarse
a los cambios y para asimilar nuevos conceptos, técnicas competentes que garanticen
poder desempeñarse en cualquier área de trabajo sin restricciones ni
contratiempos.
e. La agilidad para captar los
nuevos lenguajes de entornos tan actuales como Internet, y habilidad para actuar
en él sin causar un cambio sustancial en la política de la empresa o en los
conceptos de producción. Esto significa modificar el rumbo sin cambiar los
objetivos.
f.
La sapiencia para trabajar con eficacia y conseguir mejor rendimiento de
los recursos, en tareas que requieran el esfuerzo en equipo, dominio del arte
de escuchar y facilidad para difundir la información corporativa
equitativamente, de modo que el mensaje llegue al mismo nivel a todas las áreas.
Tweetear
Seguir a @RoberttiGamarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe un comentario. Solo pido moderación y respeto.