@morguefile |
En el ámbito del emprendimiento, cualquier propósito
conlleva superar obstáculos, tanto de parte de la administración pública, que
establece normativas inflexibles y poco tolerantes con los negocios de nueva
creación, como de las entidades financiadoras, que se han ido alejando cada vez
más de las ideas para trasladar sus focos a la viabilidad acreditable. Por lo
tanto, las claves para financiarse parten del conocimiento de esa
desafección que, en muchos casos, estrangula la creatividad de quienes carecen
del potencial económico para poner en marcha su proyecto, hacerlo funcionar y, a
través del recorrido, facilitar un acercamiento efectivo a cualquier
institución capaz de garantizar la financiación. Los obstáculos son infinitos, pero no insuperables.
A la hora de acudir en busca de recursos es
recomendable no vender el alma al diablo. Bien vendría que no hubiera obstáculos
de parte de la administración pública para poner en marcha un proyecto. Pero
los hay. Lo cual impide gozar de ese estado de tranquilidad para crear propuestas
realmente competitivas, y en su lugar aflora la presión que predispone, con
frecuencia, a pensar que si no se crea algo realmente bueno, se desaparece de
la óptica de los inversores.
También celebraríamos que los financiadores brinden
verdaderas garantías de apoyo. Sobre todo, no dilatando la decisión de actuar o
no en una propuesta. Presentar un proyecto a un posible financiador y no conseguir
ninguna respuesta, alienta el desanimo con suma rapidez, llevándose consigo la
chispa de creatividad. Demorar la decisión es un veneno que socava las ideas y
la voluntad del emprendedor.
Por otro lado, sería significativo valorar bien las ideas. Para un inversor, las propuestas deben ir más allá de la propia idea para, una vez decidido a invertir, brindar todo el apoyo necesario al emprendedor, porque no se le puede dejar nadar sólo, ya que un programa necesita de patrocinios concretos para crecer y dar resultados.
Abordar una propuesta también conlleva dar buenos consejos, mejorando las áreas que el creador no ha tenido en cuenta o que no maneja con suficiencia como para garantizar beneficios. Si además de recibir los apoyos necesarios recibe buenos consejos, las posibilidades de conseguir prosperar son inmensas.
El factor que muchos no tienen en cuenta a la hora de apoyar a los emprendedores tiene mucho que ver con los contactos. Si los financiadores no ofrecen sus redes de contactos al emprendedor, su implicación decrece e imposibilita insertarse en el mercado adecuado.
Este estilo de inversión tiene una declaración de intenciones bastante clara y es invertir en la persona y no en los planes de negocio. ¿Qué quiere decir esto? Actualmente, si un emprendedor acude al banco, éstos centran su foco de valoración en el plan que acredita viabilidad, pero no en la persona, que a la larga garantizaría mejores resultados y la creación de nuevos proyectos.
Por este motivo, y como está estructurada la sociedad del consumo de hoy en día, es mejor concebir planes a corto plazo. Por lo visto, los planteamientos a largo plazo dificultan la consecución de los objetivos, lo cual compromete los recursos personales para sobrevivir el tiempo suficiente y no desaparecer antes de aglutinar los apoyos necesarios.
Por último, ningún emprendedor debe entregarse al desaliento, sino buscar el mejor sitio para desarrollar sus ideas. Si un mercado en concreto no admite su propuesta, porque carece de cultura para consumirla, será el momento de salir a buscar nuevos horizontes, capaces de garantizar una aceptación mucho más perdurable en el tiempo.
Seguir a @RoberttiGamarra
Por otro lado, sería significativo valorar bien las ideas. Para un inversor, las propuestas deben ir más allá de la propia idea para, una vez decidido a invertir, brindar todo el apoyo necesario al emprendedor, porque no se le puede dejar nadar sólo, ya que un programa necesita de patrocinios concretos para crecer y dar resultados.
Abordar una propuesta también conlleva dar buenos consejos, mejorando las áreas que el creador no ha tenido en cuenta o que no maneja con suficiencia como para garantizar beneficios. Si además de recibir los apoyos necesarios recibe buenos consejos, las posibilidades de conseguir prosperar son inmensas.
El factor que muchos no tienen en cuenta a la hora de apoyar a los emprendedores tiene mucho que ver con los contactos. Si los financiadores no ofrecen sus redes de contactos al emprendedor, su implicación decrece e imposibilita insertarse en el mercado adecuado.
Este estilo de inversión tiene una declaración de intenciones bastante clara y es invertir en la persona y no en los planes de negocio. ¿Qué quiere decir esto? Actualmente, si un emprendedor acude al banco, éstos centran su foco de valoración en el plan que acredita viabilidad, pero no en la persona, que a la larga garantizaría mejores resultados y la creación de nuevos proyectos.
Por este motivo, y como está estructurada la sociedad del consumo de hoy en día, es mejor concebir planes a corto plazo. Por lo visto, los planteamientos a largo plazo dificultan la consecución de los objetivos, lo cual compromete los recursos personales para sobrevivir el tiempo suficiente y no desaparecer antes de aglutinar los apoyos necesarios.
Por último, ningún emprendedor debe entregarse al desaliento, sino buscar el mejor sitio para desarrollar sus ideas. Si un mercado en concreto no admite su propuesta, porque carece de cultura para consumirla, será el momento de salir a buscar nuevos horizontes, capaces de garantizar una aceptación mucho más perdurable en el tiempo.
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