Como hemos venido viendo anteriormente, la esencia
del Interés Productivo es la propia persona que lo concibe como una
posibilidad de avanzar. El poder de una iniciativa está dentro de la persona
que lo promueve, nunca fuera. Lógicamente los elementos del entorno tienen
vital importancia para suscitar un comportamiento favorable en los demás, pero
el motor que debe mover ese engranaje está en el interior de las personas, en
los recursos individuales. Es por este motivo tan crucial escudriñar en
uno mismo y luego actuar hacia fuera. Muchas veces la propia necesidad de hacer
algo o la acuciante presión de la realidad económica o psicológica, hacen que
la persona pierda la visión de su fortaleza. Ese momento de incertidumbre hacia
el devenir, donde nadie quiere quedar atrapado en el fracaso o en la miseria,
suele crear una nebulosa que ciega la razón, impidiendo al individuo
identificar sus mejores armas. “No te
preocupes, tú tienes el power” me dijo alguien una vez. Tenía razón, pero
estaba tan cegado por la necesidad, por la presión del entorno, por el miedo a
fracasar que no lo veía.
En artículos anteriores hemos hablado de la
importancia de escuchar a los demás para luego actuar. En esta ocasión iremos
un poco más lejos, lo que haremos será escucharnos a nosotros mismos para dialogar
con nuestros recursos personales, con el fin de someter ese caudal informativo
acumulado, del que tanto hemos hablado, a una prueba de valor. Finalmente,
habremos construido un nuevo mundo desde donde expresarse hacia fuera.
Enlaces relacionados
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Es habitual perder todo el interés en las tareas que
hemos venido desarrollando durante la vida laboral, una vez nos encontramos
despojados del puesto de trabajo. O desechar el mapa estructural de una
iniciativa cuando comprobamos que no funciona. El desengaño nos impide pensar en
reutilizar los recursos, no nos damos cuenta del valor que tienen los detalles,
las pequeñas estrategias de las que nos hemos servido. Es verdad que la
iniciativa no ha funcionado, pero por qué tirar a la basura los elementos de su
composición, existiendo la posibilidad de reutilizarlos. Ya que conocemos sus
funcionamientos, sólo quedaría reencaminar sus propiedades, sus funciones, su
aplicación.
En este proceso lo primero será comprender los beneficios de las cosas con las que hemos actuado. No podemos haber consagrado una vida entera al desarrollo de una tarea y luego olvidarlo sin más. Si lo hacemos, habremos perdido la oportunidad de comprender su utilidad, su influencia en el entorno, sus funciones básicas, sus posibles aplicaciones en otras áreas. Esto es como comprender al semejante, cuanto más profundizamos en la comprensión de una persona más se afianzan las relaciones, más creemos en sus posibilidades, más valoramos sus logros. En este caso, lo que pretendemos es trasladar ese mismo ejercicio a los elementos personales, a nuestros propios conocimientos, y a partir de ahí sacarles provecho en acciones futuras.
Quien sepa manejar mejor su escenario de recursos lo tendrá todo más fácil. Esto se dibuja mediante la revisión de la trayectoria profesional por dentro, repasando uno a uno las tareas realizadas, los momentos de gratitud, las relaciones personales que nos han acompañado durante nuestra etapa laboral. Realizar este ejercicio de viaje interior llevará su tiempo, pero saber quiénes somos es fundamental para superarse en la vida.
En este proceso lo primero será comprender los beneficios de las cosas con las que hemos actuado. No podemos haber consagrado una vida entera al desarrollo de una tarea y luego olvidarlo sin más. Si lo hacemos, habremos perdido la oportunidad de comprender su utilidad, su influencia en el entorno, sus funciones básicas, sus posibles aplicaciones en otras áreas. Esto es como comprender al semejante, cuanto más profundizamos en la comprensión de una persona más se afianzan las relaciones, más creemos en sus posibilidades, más valoramos sus logros. En este caso, lo que pretendemos es trasladar ese mismo ejercicio a los elementos personales, a nuestros propios conocimientos, y a partir de ahí sacarles provecho en acciones futuras.
Quien sepa manejar mejor su escenario de recursos lo tendrá todo más fácil. Esto se dibuja mediante la revisión de la trayectoria profesional por dentro, repasando uno a uno las tareas realizadas, los momentos de gratitud, las relaciones personales que nos han acompañado durante nuestra etapa laboral. Realizar este ejercicio de viaje interior llevará su tiempo, pero saber quiénes somos es fundamental para superarse en la vida.
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