@morguefile |
Siguiendo al artículo anterior, donde esbozábamos las cualidades que debían identificarse, en esta fase nos centraremos en colocar los cimientos de las estrategias que ayudarán a conformar una buena presentación de la marca personal, y que se centra, básicamente, en:
Enlaces relacionados
- Primer paso hacia el éxito - Tercer paso hacia el éxito - Cuarto paso hacia el éxito - Quinto paso hacia el éxito - Trabajador pasivo |
Analizar la situación y los valores integrantes de esta fase del proceso. Lo cual significa situarse en el mejor ángulo para abordar el objetivo. Esto puede traducirse en una simple actualización de las tendencias del mercado laboral, clasificando los sectores más productivos o viendo, con total honestidad, la viabilidad de participar en un tramo profesional o en otro, garantía para competir sin impedimentos con otros candidatos.
Medir los conocimientos conlleva realizar una lectura objetiva de las tareas que se podrían formalizar, respetando al máximo el marco de calidad y profesionalidad, factores determinantes para proyectar una buena imagen hacia el exterior. No todo se traduce en pensar en el posible desempeño, sino en calibrar los límites hacia arriba y hacia abajo, para definir con exactitud el nivel de competencia personal a ofrecer, donde muchos candidatos incluso son más cualificados.
Identificar el sector es un minucioso ejercicio de acercamiento al terreno que se va pisar. Una vez aclarado el propósito, en término de tramo laboral, quedará ajustar la oferta y medir la proyección del impacto, sin dejar de mirar a los recursos disponibles. Es importante saber las posibilidades que ofrece el tramo profesional en cuestión. Veamos un ejemplo: si se pretende trabajar en la venta de seguros, habría que mirar cuántas empresas cumplen con el perfil de posibles compradores, averiguar la frescura de la oferta, o si realmente se pretende introducir un producto obsoleto e inadecuado, etc.
Identificar la competencia allana el camino para asegurar la supervivencia. Es trabajar sobre los participantes concienzudamente, no sólo desde el pensamiento, sino realizando una investigación sobre el terreno, para ver sus posibles fortalezas, la capacidad de innovación o las características de sus productos, además de seguir sus estrategias de acercamiento a los posibles clientes. Por último, es vital analizar el flujo de posibles resultados, factor determinante para saber si es viable o no actuar en esa área de actividad.
Definir los planes de ataque es tener claro las puertas de salida. No todo consiste en idear mentalmente las estrategias, también es importante tenerlas por escrito y repasarlas varias veces, para ir eliminando las deficiencias y perfeccionando las fortalezas. Esta fase es como escribir un texto literario, se empieza por un borrador, luego se va definiendo la historia, el lenguaje, las puntuaciones y por último se redondea el texto final, para evitar las posibles incorrecciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Escribe un comentario. Solo pido moderación y respeto.