El análisis del valor de un determinado
comportamiento es fundamental en una entrevista de trabajo, donde todo se
somete a la consideración de los responsables de selección, quienes nunca
tienen un manual común de protocolo ni una lista única de consideraciones. Sin
embargo, aun conociendo la disparidad de criterios a la hora de valorar a un
candidato, nunca había encontrado tantas interpretaciones para la honestidad,
cuyo grado de manifestación puede determinar si una persona sigue en la carrera
por el puesto de trabajo o es descartado, incluso al inicio del proceso.
No obstante, ser honesto a la hora de exponer una experiencia o de manifestar un punto de vista respecto al puesto de trabajo al que se está optando, puede estar determinado por el desconocimiento o no del sistema de selección. Es decir, muchos candidatos pierden la oportunidad de seguir en el proceso porque no saben cuándo deben hablar con florituras, cuándo con prudencia, cuando con mentiras o cuando con honestidad. Cuesta creerse que esto funcione de esta manera, pero es una realidad indiscutible de los actuales sistemas de selección de personal, sobre todo aquellos que se basan en la rotación continua de trabajadores.
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Ser
demasiado honesto puede resultar una trampa en una entrevista, porque
no es lo mismo decir que no se tiene experiencia en el área donde se está
ofertando el puesto de trabajo como sostener lo contrario. ¿Pero que es mejor? ¿Mentir
y seguir en el proceso o decir la verdad? Por desgracia, muchas veces ser
honesto conlleva ser descartado del proceso de selección, sobre todo cuando
este proceso se realiza en grupo, y los candidatos no tienen la oportunidad de
demostrar sus conocimientos o sus experiencias de forma individualizada.
Ser
poco honesto implica decir medias verdades, adaptar, a la
circunstancia y al momento, el compromiso con la realidad, lo cual muchas veces
conlleva declarar conocimientos inexistentes. Aunque esta postura también puede
convertirse en una trampa si el responsable de selección, conocedores de estas
artimañas, exige la demostración de los conocimientos expresados. Por lo tanto,
si se asegura cierta experiencia y no se puede demostrar, el resultado es fulminante.
De todos modos, la peor estrategia en una entrevista es la improvisación. Es
mejor no improvisar si no se quiere dejar al descubierto las deficiencias de la
candidatura.
Ser
un honesto artificial proviene de exagerar experiencias y conocimientos.
Muchos candidatos que conocen los términos del puesto ofertado, o el marco de
las tareas, al verse fuera del perfil requerido, intentan entrar como sea. Muy
pronto queda al descubierto el ardid de quien exagera su curriculums. Esta es
una forma muy fácil de perder la posibilidad de conseguir un puesto de trabajo,
porque bien se podía haber superado la prueba de la entrevista con haber declarado
con exactitud los conocimientos o experiencias, en lugar de exagerarlo.
Un
honesto agresivo se manifiesta, sobre todo, en las dinámicas de
grupos, donde los candidatos deben participar en una improvisación. Estas
estrategias de captación de cualidades suelen fundamentarse en el juego de
defender elementos o productos ante otros participantes. La forma de percibir
al honesto agresivo es a través de su fogosidad por imponer su idea, pero sin
renunciar a su forma de ser, utilizando sus conocimientos, e incluso su
experiencia. Este afán por imponerse suele ser mayor cuando el producto que debe
defender es prácticamente indefendible; su empeño por no quedar fuera del juego
es extraordinario, de tal modo que no duda en decir a los otros candidatos lo
que piensa de ellos o en resaltarles sus defectos.
Entiendo que muchas de estas situaciones se evitarían
si los candidatos acudiesen a entrevistas apropiadas a su perfil profesional.
Aunque la crisis nos ha dejado territorios hostiles por todas partes, y hoy en
día es muy difícil hacer sólo aquello que es razonable. La necesidad de encajar
en cualquier puesto de trabajo es lo que lleva a muchos a optar por decir la
verdad sobre su experiencia o conocimiento, sin darse cuenta que al hacerlo
está cerrándose la puerta de entrada al puesto al que desea incorporarse,
porque los parámetros de selección son mucho más directos y más rápidos.
Fuente de imagen: @morguefile
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