El sexo de los negocios

@morguefile

¿Tiene sexo la creatividad? ¿Y los negocios, tienen sexo? Diría que no importa, pero no hace mucho, un informe revelaba que en Alemania, un país puntero económicamente, apenas el 3% de las mujeres trabajadoras eran consideradas emprendedoras o tenían su propia empresa. Esa radiografía compromete a determinar el sexo de los negocios. A pesar de la necesidad de crear un entramado profesional donde la condición sexual sea una simple anécdota, aún queda por dibujar el escenario de igualdad, capaz de propiciar propuestas asexuales y más eficaces para el mercado.

No obstante, hay muchas mujeres en el mundo del emprendimiento que son artífices del nacimiento de infinidad de empresas, si bien su visibilidad en los medios es intrascendente. Aún con eso, escasean las figuras femeninas en los altos cargos de las grandes compañías, pero cada día son más las que ocupan plazas de calidad y de responsabilidad. ¿Se lo debemos eso a la crisis? Probablemente, porque ha ayudado a cambiar la definición de las propias mujeres al referirse a sí mismas, en lo que a la valía jerárquica se refiere.

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El hecho de encontrarse en la obligación de asumir la manija de la manutención familiar, ha ayudado a comprometerse con ellas mismas de otro modo a lo habitual. No obstante, en esa ascensión por méritos, aún deben someterse a la necesidad de demostrar cómo han llegado hasta ese lugar representativo, aclarando que no es a través de acciones poco relacionadas con su profesionalidad o conocimientos. ¿Es esto normal? No. Ni normal, ni objetivo.

Es justo reconocer que la crisis ha conseguido avivar la creatividad y ha empujado a infinidad de personas hacia la prospección de un negocio eficaz. Algunos atribuyen a la falta de oportunidades el haberse abocado a crear nuevas propuestas comerciales, otros señalan a la propia imaginación, sin vincularla a ningún acto coyuntural, y no pocos asumen que la crisis no le ha dejado más remedio que buscarse la vida para sobrevivir. En esto último es donde han emergido con fuerza las mujeres.

¿Ha llegado la igualdad de género a la hora de buscarse la vida? En la actualidad, afortunadamente, hay tantas mujeres como hombres creando nuevas actividades mercantiles. Quizá lo único reprochable, por poner una tilde, es percibir las creaciones de las mujeres como un fenómeno, como una rareza creativa, cuando tienen las mismas facultades que ellos en un mercado indiferente al género y concentrado en la calidad de las propuestas.

La experiencia me ha demostrado que ellas son sumamente capaces de unir voluntades, creando lazos de aprovechamiento del talento individual a través del intercambio de conocimientos. No obstante, no existe ninguna norma comercial que restrinja la gestión de los negocios exclusivamente al ámbito masculino. Por lo cual, a la hora de actuar, todos deberían dejar de mirar el género y,

Compartir opiniones para mejorar las prestaciones de las propuestas, actuando en un mismo nivel de consideración y rendimiento.

Utilizar adecuadamente los términos de la organización, donde la indiferencia de géneros propicie una participación global sin condiciones.

Aprovechar convenientemente los intercambios de ideas y de los recursos, para favorecer el trabajo en equipo y fomentar la solidaridad.

Ser más capaces de construir una comunidad a través de la confianza mutua, respetando las declaraciones individuales y ponderando las estrategias personales.

Entender sin sobresaltos que siguiendo con el estilo de tolerancia es posible crear algo realmente importante que ofrecer al mercado.

Por todo esto, es evidente que la creatividad no tiene sexo, los negocios tampoco. Todo se supedita a la capacidad de dar el primer paso para actuar en un mercado completamente dominado por las ofertas y los dividendos.

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